Pues la verdad es que lo he encontrado con los dos nombres… Se ve que la receta original es rumana y que la traducción literal es “pastel inteligente”, pero tampoco me parece extraño que lo llamen “pastel mágico”. Yo lo había visto por Pinterest, pero la receta que me convenció a hacerlo fue la de Kanela y Limón (aunque reduje su receta a la mitad). Aunque buscando un poco por Pinterest encontré la receta “original”, a través de Kitchen Nostalgia, de Mabel en versión chocolate y pensando en mis primos me decidí por la versión chocolateada.
Como veis en las fotos, la gracia de este pastel es que tú preparas una sola masa pero mientras se hornea, se crean tres capas: la de encima, que es un pastel esponjosito; la de en medio, que es como una crema; y la de abajo del todo, que es como un pudin. No sabía cómo quedaría, pero estoy muy contenta con el resultado y los que la probaron me dijeron que estaba muy rica… además de ser muy vistosa. 🙂
- 4 yemas
- 4 claras a punto de nieve
- 1/2 l de leche tibia
- 125 g de mantequilla derretida y fría
- 150 g de azúcar
- 65 g de harina
- 50 g de cacao amargo
- 1 cucharada de agua
- 2 cucharadas de esencia de vainilla
Primero mezclé la cucharada de agua, las 4 yemas, el azúcar y la esencia de vainilla. A continuación, añadí la mantequilla casi derretida pero ya no caliente, sin parar de batir. Entonces, añadí la harina y el cacao tamizados, mezclando justo hasta que estuviera incorporado. Casi para acabar, añadí la leche (según Mabel, hay que ponerla tibia, para que no enfríe la mantequilla ni haga grumos raros). Y finalmente lo mezclé con las claras montadas. Mabel recomienda echar algunas cucharadas de claras a la masa y luego ir vertiendo la masa en las claras e ir removiendo con movimientos envolventes.
A mí la masa me quedó muy líquida, pero supongo que tiene que ser así. Y puse la masa en un molde rectangular de 20×20 cm. Quedó justo hasta el borde, pero como no sube, no hubo ningún problema.
Ya os digo, queda rica, vistosa (como veis en las fotos, se ven perfectamente las tres capas) y además es fácil de hacer. ¿Qué más se puede pedir?