Las moras… ¡cuántas posibilidades!

Hace unas semanas, volviendo en bici a casa, vi a una mujer que iba cogiendo moras por un caminillo… y se me encendió una bombillita. morasAsí que al cabo de un par de días, me puse la mochila a la espalda y un tupper vertical en ella y me fui en busca de moras… Ese día cogí un quilito, que medio consumimos para merendar (a mi primito de dos años y medio le encantaron las “blackberries”). Otro día volví… Otro día fui por otra ruta y encontré una mina… Así que podríamos decir que tuve que buscar recetas para utilizar las moras. Hice: magdalenas de moras, mermelada de mora y crumble de peras y moras (este último siguiendo la receta de “mi” crumble de peras y frutos rojos de Williams Sonoma).

 

La receta de mermelada de moras fue un poco improvisada (y utilicé mi panificadora para hacerla). E hice diferentes versiones. Para la primera tongada, dejé las moras enteras. Y no quedó con textura de mermelada, la verdad (aunque eso no significa que no estuviera buena). En la segunda y subsiguientes tongadas, las pasé por la batidora, para hacerlas un poco picadillo. Qué rica… Más o menos puse 300 g de azúcar por kilo de moras y el zumo de medio limón. En todas las versiones, dejé las moras con el azúcar y el limón una noche entera en la nevera.

Para la receta de magdalenas de moras, seguí esta otra de Cocina para Urbanitas, que a su vez se basaba en una receta de Joy of Baking. No recuerdo haber hecho fotos, pero quedaron ricas…

Y por ahora eso es todo, pero si aún me da tiempo a coger más moras, quiero intentar hacer un cobble de moras… ¡A ver si lo consigo!

¡Hasta pronto!

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